En todo el mundo, las comunidades están formadas por varios grupos sociales, y todos ellos tienen diferentes necesidades, activos, oportunidades y retos. Una forma de garantizar que estas diferentes comunidades se entienden y se tienen en cuenta es incorporar los conceptos de Igualdad de Género e Inclusión Social (IGIS) a los proyectos de Prevención y Lucha contra el Extremismo Violento. La organización de las Naciones Unidas sigue poniendo de relieve la importancia de los conceptos de Igualdad de Género e Inclusión Social (IGIS) en el desarrollo de programaciones. Las Metas de Desarrollo Sostenible reconocen directamente los problemas de igualdad de género, el empoderamiento de la mujer y la inclusión social como fundamentales para conseguir el objetivo primordial de la reducción de la pobreza y la promoción de un mundo más sano, más seguro, más limpio, mejor educado, conectado, más justo e igualitario.
A continuación encontrará información útil sobre la Igualdad de Género e Inclusión Social (IGIS) y cómo incorporarlo en la programación de Prevención y Lucha contra el Extremismo Violento.
¿QUÉ ES IGUALDAD DE GÉNERO?
«[La igualdad de género consiste en trabajar con hombres y niños, y mujeres y niñas, para implantar cambios en sus actitudes, comportamientos, roles y responsabilidades en el hogar, en el lugar de trabajo y en la comunidad. Más allá de la paridad numérica, o de la legislación contenida en los libros, la igualdad de género significa ampliar las libertades y mejorar la calidad general de vida, de modo que se alcance la igualdad, sin sacrificar las ventajas para hombres y mujeres.» Fuente
¿QUE ES LA INCLUSIÓN SOCIAL?
«La inclusión social es el proceso de mejora de las condiciones de las personas y los grupos que participan en la sociedad, y el proceso de mejora de la capacidad, oportunidad y dignidad de aquellos y aquellas que se encuentran en desventaja debido a su identidad, para participar en la sociedad». Fuente
Según el Banco Mundial, una sociedad inclusiva debe contar con instituciones, estructuras y procesos que empoderen a las comunidades locales, de forma que sean capaces de obligar a sus gobiernos a rendir cuentas. Además, precisa de la participación de todos los grupos de la sociedad, incluyendo a colectivos tradicionalmente marginados o excluidos que abarcan: las mujeres, la juventud, las personas mayores, las personas gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, transgénero e intersexuales, las personas con discapacidad, las minorías étnicas y las poblaciones indígenas, en los procesos de toma de decisiones. Fuente
CONSIDERACIONES CLAVE PARA INTEGRAR LOS CONCEPTOS DE GESI EN LOS PROYECTOS DE P/CVE
Comprender la dinámicas de la Igualdad de Género e Inclusión Social (IGIS), y especialmente de género, es crucial para entender los factores que contribuyen a los comportamientos extremistas y a crear estrategias de intervención efectivas. A continuación, le ofrecemos algunas consideraciones importantes sobre la Igualdad de Género e Inclusión Social (IGIS) que deberá tener en cuenta cuando diseñe o implemente sus proyectos de Prevención y Lucha contra el Extremismo Violento:
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«...No debe presuponerse que una mujer puede ser más o menos peligrosa [que un hombre], ni más proclive a la paz, al diálogo, a la no violencia o a la cooperación que un hombre.»
Los hombres y las mujeres son tanto actores como víctimas del conflicto y de la violencia, y los proyectos de Prevención y Lucha contra el Extremismo Violento deberían tenerlo en cuenta. Normalmente, se considera que los hombres son los agresores y que las mujeres son las víctimas inocentes de la violencia y del conflicto. Sin embargo, en los últimos años se han desarrollado muchos proyectos de investigación que demuestran que esa generalización no es siempre cierta, sino que tanto los hombres como las mujeres deben considerarse no solo actores, sino también víctimas. |
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Los roles de género y las normas sociales en torno a lo que las chicas/mujeres pueden/no pueden hacer, puede restringir su capacidad para participar en las actividades del programa. En muchas comunidades de todos los rincones del mundo, las normas culturales y religiosas pueden dictar los roles de las mujeres y de las chicas en la sociedad, y los tipos de interacciones permisibles entre hombres y mujeres. Es necesario tener en cuenta estas normas, e informar sobre cómo se puede implicar el compromiso de las participantes femeninas en las actividades del programa. Por ejemplo, las responsabilidades de chicas/mujeres en el hogar pueden impedir que su participación en las actividades del programa. Las responsabilidades domésticas suelen ser prioritarias y dejan a las mujeres de la comunidad con muy poco tiempo para dedicarse a actividades fuera del hogar. |
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También las normas sociales en torno a la masculinidad pueden afectar a si/cómo los chicos/hombres reaccionan a y/o se implican en las actividades del programa. Del mismo modo que las normas sociales y culturales para las mujeres pueden ser obstáculos para su implicación como participantes, pueden suceder lo mismo con las normas en torno a la masculinidad. En las sociedades patriarcales, se considera que los hombres son los miembros dominantes de la unidad familiar. Son los principales proveedores y además trabajan para proteger y preservar el honor de sus familias. Por eso puede ser igual de difícil recabar la participación de participantes masculinos. Pueden estar demasiado ocupados manteniendo a sus familias, o participando en otras actividades que se asocian a su género. |
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«... Debido a sus raíces locales y a sus diferentes porfolios, se considera que los esfuerzos de prevención realizados por las mujeres y las organizaciones de mujeres reportan ventajas especiales a la hora de construir la resiliencia a nivel de la comunidad.»
Las mujeres pueden servir como agentes del cambio y ser constructoras de la paz altamente influyentes en sus comunidades y deben ser consultadas cuando se diseñen e implementen programas de Prevención y Lucha contra el Extremismo Violento. Aunque se suele presumir que las mujeres son más pacíficas que los hombres, no siempre es así. Las mujeres tienen su propia intervención como constructoras de la paz, suelen poseer altos niveles de capital social, y pueden contribuir a materializar el cambio positivo en sus comunidades. En sus papeles de esposas, madres, hermanas, cuidadoras, líderes de la comunidad, etc., las mujeres suelen estar bien posicionadas para identificar las señales de alarma con respecto a la radicalización de sus familias y comunidades, y lo que es más importante: para actuar. Las mujeres también actúan como modelos a imitar para aquellos y aquellas que se preocupan por fomentar y promueven la moderación, la tolerancia y la aceptación. Así mismo, las organizaciones de mujeres pueden ser partes interesadas de gran influencia en la Prevención y Lucha contra el Extremismo Violento. Estas organizaciones no solamente poseen conocimientos locales críticos, sino que además tienen relaciones profundas y de pleno sentido, dentro de sus comunidades, y cuentan con trayectorias positivas haciendo frente a las necesidades de la comunidad. |
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«El género no se diferencia de otros factores sociales. Debe considerarse que el género en la programación de la PEV está relacionado y actúa en conjunción con otros factores, como la edad, capacidad/discapacidad, la clase social, la localización geográfica y el estado civil».
El género es algo más que centrarse en las mujeres Según UNDP e International Alert, «en su mayor parte, la sensibilidad de género en la programación de la prevención del extremismo violento (PEV) gira en torno a los roles y a la participación de las mujeres en la PEV.» Sin embargo, «puede ser más productivo considerar el género como un marco de análisis que incorpora a toda la gente: mujeres, chicas, hombres, chicos y aquellos que se definen como ninguno de ellos, o ambos. Pensemos en cómo las diferentes mujeres, hombres, chicos, chicas y aquellos con otras identidades, experimentan la vida de formas distintas dependiendo de su edad, extracción social, experiencia vital, discapacidad o nivel educativo». |
Si se pregunta cómo empezar a integrar los conceptos de GESI en su proyecto, comience con la hoja de trucos sobre igualdad de género e inclusión social, que incluye información para ayudarle a entender las necesidades de GESI para su proyecto y los pasos iniciales que debe dar. Para obtener información más específica sobre cómo incorporar los conceptos de GESI en su proyecto, consulte los módulos individuales de las fases del proyecto: Evaluación, Diseño, Implementación, M&E, and Aprendizaje. A continuación, se enumeran otros recursos de GESI.
| Funder Requirements and Recommendations on GESI FHI 360 |
| USAID Gender Equality, Female Empowerment, and Social Inclusion Fact Sheet USAID |
| USAID Gender Equality and Female Empowerment Policy USAID |
| A Common Framework for Gender Equality and Social Inclusion UN Women |
| Inclusion Matters: The Foundations for Shared Prosperity The World Bank |
| Minimum Standards for Mainstreaming Gender Equality Gender Practitioners Collaborative |
| Good Practices on Women and Countering Violent Extremism Global Counterterorrism Forum |
| A Gendered Approach to Countering Violent Extremism Brookings Institution |
| Charting a New Course: Thought for Action Kit United States Institute of Peace |